Me dijeron que tenía dos opciones: ver el vaso medio lleno, o ver el vaso medio vacío. Es un estilo de vida, bien se sabe, pero cuando no naciste siendo del equipo con tendencia a verle el lado positivo a las cosas; dicha tarea —por más fácil que parezca— se dificulta en medidas que superan nuestra voluntad de pensamiento.
Entonces, naturalmente, vemos el vaso medio vacío y nuestra vida se sumerge en el oscuro mundo de la negatividad.
Ahora cambiemos el juego. Porque cuando tenemos una mente indomable a veces hay que engañarla de manera estratégica… manipularla un poco. No le vamos a decir que vea el vaso medio lleno; más bien, llenaremos esa mitad de puras exquisiteces: aceite de oliva, aromas a Grecia, hierbas del jardín. Puro placer en un jarrón. Pura magia en una mordida.
El vaso está medio vacío pero la mitad presente tiene todo lo que debería estar ahí. Entonces mi mente logra darle el giro a las cosas y se enfoca en que ese vaso tiene un sinfín de exquisiteces mediterráneas. Y recuerda las sabias palabras que escuchó de una persona alguna vez, era algo así como: “de lo bueno poco”.
Queso feta marinado a la griega
Plato: Botanas, Griega, Otoño, Por estación, Por nacionalidad, Por tipo, Primavera, Recetas, VeranoIngredientes
Medio limón amarillo
4 Dientes de ajo – pelados.
4 Ramitas de tomillo fresco
1 Cda. Orégano en hojuelas – de preferencia griego, yo usé este.
½ Taza Aceite de oliva extra virgen – o lo suficiente para cubrir el queso feta. De preferencia griego para el aroma que estamos buscando, yo usé este.
1 Cdita. Sal en escamas
400 g. Queso feta – de preferencia griego.
Procedimiento
- Con ayuda de un pelador o de un cuchillo pequeño, retira la cáscara de medio limón amarillo, evitando llevarte mucho de la parte blanca. Pon una olla pequeña a fuego lento y agrega la cáscara del limón, el ajo (pelado y entero), la pimienta y el tomillo fresco. Tuesta todo en seco.
Cuando el ajo se vea bien tostado por ambos lados y a la cáscara de limón se le comiencen a quemar las orillas, apaga el fuego, agrega el orégano en hojuelas e inmediatamente agrega el aceite de oliva para cortar la cocción. Agrega la sal y espera a que se enfríe un poco la mezcla.
Corta el feta en cubos, colócalo en un frasco de vidrio y cúbrelo con el aceite de oliva infusionado. Si lo haces con el aceite muy caliente el queso feta se te va a deshacer.
Disfruta con pan y buen vino. Como botana o como complemento de una pasta. Con tus huevos del desayuno o con una ensalada… las opciones son infinitas!
Puedes cambiar las especias para darle un aroma distinto a tu queso feta, experimenta con las que más te gusten. Esta receta te dura un par de semanas en refrigeración y es importante que la saques por lo menos media hora antes de consumir para que el aceite de oliva se ponga líquido otra vez (pues en refrigeración se solidifica).
Maridaje
- Sauvignon blanc o un pinot noir joven.
