Este domingo, entre muebles desarmados y cajas de mudanza, no pude evitar pensar en lo mucho que extraño a mi papá. Se quedó en México, como bien saben, y lo tengo presente porque siempre ha sido el clásico que me ayuda a instalar lámparas, a armar muebles y a matar bichos. Habilidades que desafortunadamente no se me atribuyeron al nacer.
Y es que nunca te advierten sobre lo difícil que es salir de casa. Independizarte e ir por la vida como un niño expuesto… porque así se siente. Lejos de entrar en los pantalones de adulto fuerte, te sientes como un bebé desarmado, al que aún le queda todo por aprender y a años luz de tener la vida resuelta.
Por eso este domingo recuerdo a mi papá, que siempre me ha sacado de apuros y me ha ayudado a resolver cualquier problema. Además, adora los placeres sencillos y las preparaciones clásicas: unas buenas alitas, un gran mac and cheese… eso lo hace feliz.
Pero bueno, aunque pronto sea el día del padre y en esta ocasión lo pasemos separados, él sabe muy bien que de haber estado allá le hubiera preparado este plato que cumple con todo lo que le gusta. Excusa ideal para reunirnos, entre copas de vino, y celebrar que puedo bajar la guardia pretendiendo que soy una niña otra vez.
Mac and cheese con jamón serrano “crispy”
Ingredientes
500 g. Pasta “lumache” o coditos
2 puños grandes de Parmigiano Reggiano – rallado finamente.
2 puños grandes de “panko” – o el pan molido que más te guste. El panko lo encuentras en la sección de productos asiáticos y es un tipo de pan molido que queda mucho más “crispy” que el normal.
40 g Mantequilla – fría y en cubos. La vamos a usar para gratinar.
Pimienta negra – recién molida.
3 Cdas. Cebollín – picado finamente.
- PARA EL JAMÓN SERRANO “CRISPY”:
100 g. Jamón Serrano
2 Cdas. Aceite vegetal
- PARA LA SALSA DE QUESO:
90 g. Mantequilla
Media taza de harina
3 Tazas de leche – fría.
1 Cda. Mostaza Dijon
Al gusto: Nuez moscada recién molida, pimienta cayena, sal y pimienta blanca recién molida.
450 g. Queso Gouda – rallado grueso (compra el que viene entero y rállalo tú mismo). Dividido: una parte va para la mezcla y la otra para gratinar.
Procedimiento
- PARA EL JAMÓN SERRANO CRISPY:
Pica el jamón serrano en cuadritos y fríelos en un poco de aceite vegetal hasta que quede “crispy”, aparta en un plato con toalla absorbente.
PARA LA SALSA DE QUESO:
Comienza con una bechamel básica: vas a derretir la mantequilla en un sarten con mucha superficie y bordes altos, agrega la harina y mezcla con una pala de madera hasta que se forme una pasta. Es muy importante que esto sea a fuego lento para que no se queme la mantequilla. Cuando la harina esté completamente incorporada, cambia la pala de madera por un batidor de globo y comienza agregando la leche en tres partes. Mezclando muy bien para disolver todos los grumos.
Una vez que tienes la base puedes sazonar. A mí me gusta agregar mostaza Dijon (agrega media cucharada al principio y vas viendo si quieres más), nuez moscada, pimienta cayena (cuida la cantidad porque pica), sal y pimienta blanca.
Apaga el fuego e incorpora el jamón serrano “crispy”, la mitad de tu queso Gouda rallado (aprox 200 – 250g) y revuelve muy bien. Es importante que en todo el proceso de hacer la salsa revuelvas constantemente para que no se pegue en el fondo del sartén.
Incorpora la pasta previamente cocida a un punto antes de al-dente y mezcla muy bien con una espátula.
Ahora vas a servir el mac & cheese en una cacerola de hierro fundido o en el refractario que más te guste. Agrega primero la mitad, ponle una capa generosa de queso Gouda, y agrega encima la otra mitad. Finaliza con el resto del queso Gouda, abundante queso Parmigiano Reggiano rallado, dos puños generosos de panko o de pan molido y unos cubos de mantequilla para gratinar. Ahora va al horno en función de gratinar solo hasta que esté dorado por arriba y burbujeando. El tiempo va a depender de la potencia de tu horno. Retira y finaliza con pimienta negra recién molida y cebollín picado finamente.
Clic aquí para ver el video.
